Dario Marianelli es uno de mis compositores actuales favoritos, gracias fundamentalmente a composiciones como las de Jane Eyre, y aquellas que ha realizado para Joe Wright, que son Expiación (por la que consiguió el Oscar), Anna Karenina, y, por supuesto, Orgullo y prejucio, que seguramente fuera el primer trabajo suyo que escuché. Es una banda sonora que me encanta, y creo que la conjunción de los talentos de Marianelli y Wright crean momentos sublimes en la película. Es el caso de esta escena breve, brevísima, pero que en sólo un minuto logra ponerte los vellos de punta. Se llama Liz in the top of the world, y comienza delicadamente, de forma casi imperceptible. Entonces estalla la emoción. Siempre tengo que oírla con los ojos cerrados...
¡Feliz fin de semana!